La toxina botulínica, comúnmente conocida como bótox, es un tratamiento estético no quirúrgico que permite relajar o paralizar de forma controlada los músculos responsables de las arrugas de expresión. Se aplica especialmente en la zona del tercio superior del rostro, como:
Gracias a esta técnica, se reducen visiblemente las arrugas, se relaja la expresión facial y se consigue un efecto de rostro más descansado. Además, permite elevar sutilmente las cejas, abriendo la mirada de forma natural.
Es un tratamiento temporal y reversible: no genera volumen ni modifica la estructura del rostro. Pasados unos meses, el músculo tratado recupera su movilidad habitual.
Técnica rápida, segura y sin cirugía
El resultado comienza a apreciarse a partir del tercer o cuarto día, y se estabiliza a lo largo de la primera semana. Se recomienda una revisión a los 15 días de la primera aplicación para evaluar el resultado y hacer pequeños ajustes si fuera necesario.
La duración media del efecto es de 4 a 6 meses, dependiendo de cada paciente y del tono muscular de la zona tratada.
La sesión tiene una duración aproximada de 20 minutos. No requiere preparación previa ni baja laboral, por lo que puedes retomar tu rutina habitual al salir de la consulta.
No, es un procedimiento indoloro. Utilizamos agujas muy finas y una técnica precisa para garantizar la comodidad del paciente durante todo el proceso.
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